martes, 22 de septiembre de 2009

Cirugía plástica de nariz y senos


¿Te operarías para corregir algo de tu físico? Según el psicólogo Alejandro Meza Ojeda, casi un 95 por ciento respondería que sí.
Por vanidad o por salud, las cirugías plásticas están en auge en la entidad; sobre todo por lo primero.
Este boom que existe actualmente en Chiapas obedece principalmente al bombardeo televisivo sobre estos procedimientos quirúrgicos que provoca en las personas una elucubración mental: ‘si esas personas que aparecen ahí se lo pueden hacer, por qué yo no’.
Los seres humanos ponen énfasis en su apariencia física y para conseguir lo que quieren algunos acuden decididamente a quien puede resolver de manera radical lo que ellos perciben como un defecto: el cirujano plástico.
El especialista Mario César Paredes Zenteno confirma que las solicitudes de operación por razones estéticas han incrementado notablemente; en muchos casos porque las técnicas han mejorado y son más fáciles de realizar.
Anteriormente, en Latinoamérica, el procedimiento quirúrgico más frecuente era la cirugía de nariz. En la actualidad es el de aumento de senos, probablemente sea en un 60 por ciento el procedimiento más utilizado, en segundo lugar se ubican las lipoesculturas corporales y faciales, y luego las abdominoplastías (cirugía para remover el exceso de grasa acumulado en el estómago luego de haber dado a luz).
ESTEREOTIPOS, ACEPTACIÓN, AUTOESTIMA
Los estereotipos creados por los medios de comunicación generan evidentemente la necesidad de hacerse un cambio, explica el psicólogo Alejandro Meza Ojeda, fundador y presidente de la Agencia Latinoamericana para el Desarrollo Social desde la Perspectiva de Género, A.C.
Los modelos de mujeres que aparecen en televisión exigen en las representantes de ese género ciertas características sobre la forma y dimensiones de su cuerpo, de ahí la inquietud de arreglarse ya sea la nariz, el busto, las caderas, las manos, entre otras cosas, para verse más estéticas.
“Se vuelve una situación de mercadotecnia. Actualmente todos los comerciales ponen una rubia despampanante, casi anoréxica; explotan la imagen de la mujer, y en ese sentido pues muchas mujeres se han enganchado en ello; y para ser bien valoradas, físicamente hablando, piensan que deben de tener ciertas características”.
Asociado a lo anterior está el hecho de que las mujeres también recurren a la cirugía estética para agradar más a los hombres o a su pareja, en busca de una valoración y un reconocimiento que ellas no se dieron. “A lo mejor se casó con alguien que tenía fijación por unos pechos grandes y ella no los tenga tan grandes, y por lo tanto quiere hacer eso para que su pareja esté contenta”.
Igualmente está la cuestión de la autoestima, indica el experto. Cuando las mujeres no están contentas con ellas mismas y se descalifican por su físico. “Muchas mujeres dicen, lo he escuchado, que no les agrada el tamaño de pecho que tienen, otras dicen que están muy caderonas, siempre hay situaciones por las que no están conformes con ellas mismas, no se acaban de aceptar”.
En este caso se puede dar la frustración, al no aceptarnos tal como somos. De ahí que se busque mejorar y una opción es la cirugía estética. Cuando ésta se realiza hay un cambio sustancial en la autoestima de las mujeres, se sienten mucho más seguras, más confiadas, sienten que realmente están siendo lo que querían ser, cuando no habían podido serlo.
“En general, las mujeres se sienten bien con los cambios, se sienten más seguras, más atractivas, se generan muchos cambios a nivel físico y eso lo manifiestan en su seguridad a nivel sicológico. Alguien que no tenía pecho y de repente se puso sus implantes, se siente la persona más feliz y segura; se aumentó sus tallas y ya se atreve a usar blusas con escote; algo que antes le daba pena, ahora es algo para exhibirlo, para sentirse bien”.
Meza Ojeda comenta que cuando una mujer se ha practicado una cirugía plástica y se siente bien con los resultados, se crea la idea de seguir con el siguiente arreglo físico, y casi siempre termina haciéndolo, aunque hay mujeres que ni cambiando toda una gran parte de su cuerpo se sienten seguras.
“Se dan cuenta que no es suficiente solamente una cirugía, a partir de la primera comienza una serie de cirugías: si se arreglan el busto, a la siguiente vez se quieren poner botox en alguna parte del cuerpo, posteriormente inyectarse los labios”.
Dentro de las bondades que tiene una cirugía plástica para mejorar la apariencia física de las personas se encuentra el rejuvenecimiento. Se dice que con un procedimiento quirúrgico de este tipo se puede aparentar menos edad, unos 10 ó 12 años menos.
Para el psicólogo Alejandro Meza, recurrir a la cirugía estética para que una persona aumente su autoestima y seguridad es válido, en la medida que lo haga consciente y responsablemente.
No obstante, destaca que antes que todo deberíamos trabajar en aceptarnos, reconocer que nuestro cuerpo son las características de nuestras raíces, de nuestra familia, de la mezcla entre nuestros padres, a veces entre culturas, y como resultado de ello, nuestro cuerpo es como nuestro santuario, donde tendríamos que querernos tal y como somos, aceptar que nuestro cuerpo es bello.
AUMENTAN 60% LAS CIRUGÍAS PLÁSTICAS
El cirujano plástico Mario César Paredes Zenteno ejerce su profesión desde hace 18 años, con base en su experiencia afirma que “las cirugías se han incrementado mucho”.
Señala que actualmente hay un aumento muy considerable en la cirugía de aumento de senos, reducción de talla de la cintura (lipoesculturas corporales), rejuvenecimiento y embellecimiento facial (rellenos temporales en labios y pómulos) y los peelings (para mejorar la calidad de la piel). Estos dos últimos procedimientos, detalla, son ambulatorios, es decir de consultorio, “por eso ya son de casi como decir voy a ir al dentista o voy a ir al salón de belleza”.
En países sudamericanos como Colombia, Venezuela y Brasil, las niñas que cumplen 15 años tiene como regalo la cirugía de aumento de senos. México todavía no está a ese nivel, pero en cinco o 10 años lo estará, expone el especialista miembro de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica A.C.
Mientras tanto, anota que en nuestro país probablemente se están realizando 60 por ciento más procedimientos quirúrgicos en los últimos 10 años. “En muchos casos porque las técnicas han mejorado, son más sencillas y fáciles de realizar, y han surgido muchos procedimientos que pueden realizarse de forma ambulatoria, en el consultorio, el botox es uno de ellos, que es en la actualidad el procedimiento que se realiza con más frecuencia en el mundo entero”.
Y en la entidad seguramente se realizan más cirugías estéticas que a nivel nacional, “porque culturalmente siempre vamos un poco más rezagados; este boom que en el norte del país ya sucedió hace alguno años, actualmente lo tenemos en el estado de Chiapas, porque ahora ya le entran todos los canales de cable, donde ahora pasan no uno, sino tres o cuatro programas sobre cirujanos plásticos, sobre procedimientos de cirugías plásticas”.
Paredes Zenteno refiere que dependiendo la ciudad, el cirujano y el hospital, el costo de la cirugía de senos es, en promedio, de 40 mil a 100 mil pesos. Mientras que la cirugía de nariz cuesta de 30 mil a 60 mil pesos.
Para que una persona pueda practicarse una cirugía plástica debe ser mayor de edad o tener el permiso de sus padres, tener el deseo de realizarse el procedimiento o algún problema de salud y estar clínicamente sana.
Los riesgos en un procedimiento quirúrgico de este tipo son mínimos; los más frecuentes son una infección o un hematoma, complicaciones que generalmente tienen solución cuando se está en manos de un especialista.
A nivel nacional existe la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva A.C. (AMCPER), institución que valida la calidad de sus agremiados con los estándares más altos de calidad, ética y responsabilidad, y el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, organismo que regula quiénes están autorizados para ejercer la cirugía plástica.
En el estado de Chiapas hay siete cirujanos plásticos certificados por el Consejo Mexicano, seis de ellos ejercen en Tuxtla Gutiérrez y uno en Tapachula.
El doctor Mario Paredes alertó a la gente para que tenga mucho cuidado y no acuda a establecimientos informales con personas sin preparación y sin escrúpulos porque se encontrarán con sorpresas muy desagradables. “Incluso les van a inyectar aceite de cocina, aceite de carro, medicamentos que no son para ese uso, cosas que incluso a las pacientes les cuestan mutilaciones terribles de la piel y de los músculos donde esto es aplicado, que tienen que estar seis meses en terapia intensiva e incluso les puede provocar la muerte”.
Anteriormente, eran las mujeres jóvenes el segmento más demandante de cirugías para el aumento de senos, pero hoy día comparten créditos con mujeres adultas (50-50%) que quieren levantarse o reducirse el busto.
“Este es un cambio generacional importante. Las jóvenes están empezando a operarse y se van a seguir realizando pequeños procedimientos toda su vida, pero personas de edad más avanzada, que nunca habían tenido la oportunidad de hacerse un procedimiento de cirugía plástica, actualmente están acudiendo a un cirujano plástico para mejorar su apariencia”.
El especialista en cirugía plástica considera que una mujer mejora su apariencia porque quiere tener mejores herramientas para enfrentarse a la vida y para sentirse mejor.
“A algunas personas no les agrada algún huesito que tienen en la nariz, un cúmulo de grasa que tienen en el abdomen; quieren sentirse mejor, en primer lugar, con ellas mismas, como consecuencia de esto, de una persona que se siente mejor con su propio cuerpo, con su imagen, que es mejor aceptada por sí misma y está más contenta con ella misma, va a tener una mejor actitud ante la vida, ante las demás personas, se interrelacionan de una manera más adecuada, son personas más satisfechas que tienen más probabilidades de éxito en la vida porque muchas cosas se dan por la primera impresión”.
SÓLO UNA QUEJA POR CIRUGÍA DE SENOS: CECAM
La Comisión Estatal de Conciliación y Arbitraje Médico (CECAM) es un organismo descentralizado de la administración pública, con plena autonomía técnica para emitir sus acuerdos, que busca resolver las inconformidades que se presentan, de manera breve y sencilla. Su función es conocer y resolver quejas en contra de actos, hechos u omisiones que se susciten dentro del territorio chiapaneco, entre usuarios y prestadores de asistencia médica, particulares o públicos.
El comisionado estatal de la CECAM, Octavio Orantes Ruiz, expresa que una inconformidad puede presentarse por teléfono o por internet, pero tiene que ser ratificada personalmente, para ello, el usuario debe presentar cualquier documentación que avale la relación médico-paciente y que esté ligada con el acto por el cual se queja del prestador de servicios.
El prestador de los servicios no necesariamente tiene que ser un médico, puede ser un químico, un radiólogo, una enfermera; todo aquel que en determinado momento tenga relación con el paciente.
Orantes Ruiz apunta que cuando alguna persona requiere los servicios de la CECAM, de entrada se le denomina inconformidad, y en esta etapa muchos casos se resuelven con una simple llamada telefónica al médico o a la unidad involucrada. Pero hay ocasiones en que los usuarios piden una explicación más detallada o la reposición de dinero, y es entonces cuando se levanta un acta y se constituye la queja; esta etapa es más formal, pues sigue un proceso, el cual puede derivar en una acción conciliadora o de arbitraje.
La conciliación consiste en que una vez constituida la queja, se concierta una cita entre médico y paciente para que entablen una conversación respetuosa, sin que nadie tenga predominio sobre el otro, y traten de llegar a un arreglo armonioso sin traspasar a lo penal; que finalmente es la meta de la CECAM.
Cuando ni medico ni paciente ceden en su posición, esto es, cuando el primero no acepta haber tenido culpa y el otro no admite que está pidiendo algo que no es, entonces la CECAM propone el arbitraje; fase “más profunda” en la que se pide al usuario toda la documentación que tenga en relación al caso.
Una vez recolectados todos los documentos, la CECAM no juzga el asunto, sino que solicita la opinión de especialistas; pide tres opiniones diferentes de distintos colegios médicos de Tuxtla Gutiérrez; cuando alguno de ellos no puede verter su punto de vista, entonces se recurre a otras entidades federativas, considerando que la CECAM pertenece al Consejo de Comisiones de Arbitraje Médico de México.
“Cada vez que se pide opinión a un colegio local o a una comisión estatal se borran nombres, logotipos, todo, de tal manera que quien lo va a juzgar, juzgue los hechos sin importar si fue Juan Pérez o Luis García; se juzgan hechos”.
Ahora bien, cuando la parte quejosa solicita acción penal porque reporta, por ejemplo, un fallecimiento, se les orienta para que acudan a la instancia de procuración de justicia, que es la realmente competente, porque la CECAM no es una oficina punitiva, sino conciliadora.
Según el informe de actividades de la CECAM correspondiente al año pasado, se atendieron 342 asuntos. En lo que va de 2009 lleva 79. Los prestadores de servicios más acusados son en las especialidades de ginecobstetricia, ortopedia y odontología.
En el 2008, por cirugía plástica y estética sólo se presentó una inconformidad, la cual tuvo que ver con una cirugía de senos. “La paciente decía que no le habían quedado asimétricos los pechos, que el pezón de uno estaba más alto que el otro; lo examinaron médicos acá, se tomaron fotografías, se mandaron a tres especialistas y opinaron que era una cirugía bien hecha. No procedió (la queja)”.
Sobre este caso que llegó a la instancia de arbitraje, Orantes Ruiz agrega: “Para juzgar a un cirujano plástico, tiene que ser un cirujano plástico, malamente lo juzgaría un ortopedista, tiene que ser alguien de la misma especialidad, y que además esté registrado en un Consejo Nacional para que tengamos la certeza de que ese individuo realmente conoce lo que está haciendo”.
Y aconseja a aquellas personas que piensen practicarse un procedimiento quirúrgico: escoger bien al cirujano plástico. Para tal efecto, indica que en internet, en la página web de la Secretaría de Educación Pública (www.sep.gob.mx), hay que ubicar el apartado de la Dirección General de Profesiones, donde se puede consultar con la cédula profesional del médico si éste realmente está certificado o no.
“Si alguien no certificado viene aquí con nosotros y es acusado, nosotros tenemos la obligación de ponerlo en consideración de la SEP, de la Secretaría de Salubridad y el Ministerio Público: el doctor fulano de tal no está registrado como certificado y está haciendo operaciones de cirugía plástica”.
El médico pediatra puntualiza que esta situación se presenta mucho en la capital chiapaneca, es decir, “gente que no es de la especialidad, sin embargo hace cosas de esa especialidad”.
“ME VEO MEJOR... ME DIO SEGURIDAD”
“Liliana” es una joven de 26 años que vive en unión libre con su pareja y es madre de un niño de siete años. Ella nos cuenta cómo hace tres años decidió someterse a una cirugía para aumentar el tamaño de sus senos.
“El gusto siempre lo había tenido, quizá desde la mayoría de edad cuando veía en la televisión a las artistas y decía yo quiero estar como ésas, pero no pensé que realmente me lo iba a hacer algún día, era sólo una idea pero no pasaba de ahí, nunca pensé en gastarme ese dinero en una operación.
“Lo hice por lo que me pasó con mi marido, tuvimos un problema, lo encontré con una mujer muy guapa físicamente, una cara muy bonita, un cuerpo perfecto, nunca lo voy a olvidar, una cintura diminuta, un busto enorme, unas pompas ya no te digo, un cuerpo de televisión. Lo encontré con ella y fue fatal para mí, lo sufrí mucho.
”A raíz de esa sorpresa que me llevé, me sentía muy mal, ya no quería dormir con él, que me viera desnuda mucho menos, de hecho mucho tiempo estuve sin tener intimidad con él; me levantaba mucho más temprano que él y me arreglaba como si fuera a ir a una fiesta, me enzapatillaba, me maquillaba y súper peinaba para cuando él se despertara me encontrara arreglada.
“Después de ese problema que tuvimos, le exigí que me pagara la operación de busto. Le dije: -¿eso te gusta, así te gusta? Entonces me pagas una operación de busto. Porque antes de la operación yo usaba la talla más chica, que ya ni me acuerdo cuál era; la que uso ahora, ni es mucho, es 34, pero yo usaba la talla más chica y con relleno, o sea, no tenía nada de busto; y lo veo a él así, con una mujer así, me traumé, y le exigí que me pagara la cirugía.
“(La operación) me costó 28 mil pesos, porque el doctor es muy amigo de una amiga, ella me lo recomendó; ella estaba recién operada, vi que le quedó muy bonito y lo hicimos, en México... Sufrí mucho, después que se me empezó a pasar el efecto de la anestesia, empecé a sentir mucho dolor, me dolía muchísimo la espalda, el pecho; para dormir, lloraba toda la noche, o sea, nada más mover el dedo del pie, yo sentía que se me estaba destrozando la espalda; fueron tres noches que me la pasé llorando de tanto dolor de espalda.
“Pero la verdad a veces siento ganas de aumentarme otra talla, pues como que casi ni se nota, pero no sé si lo vaya hacer. El dinero me lo impide, pero no sé, a lo mejor vaya a tener otro hijo, entones después de eso tal vez me dé otra retocada.
”Me siento mejor al estar con él, porque es súper admirador de la anatomía de la mujer, tiene una fijación brutal con eso, entonces yo me siento mejor cuando estoy con él íntimamente, y sí, noto que es diferente a antes. Me siento diferente yo y lo siento diferente a él de cuando no estaba operada, está más contento ahorita.
”Me veo mejor, con una blusa pegadita antes parecía espalda adelante y atrás, y ahora ya no. Me dio seguridad, y más después de eso que realmente no lo supero todavía.
”Después de un año que me operé, empecé a sentir molestias, me preocupé, de hecho me toqué y sentía como bolitas, me fui al doctor, me dijo que el implante estaba bien, que no tenía nada. Hace poco volví con la misma inseguridad, me siento bolitas, fui otra vez con el doctor, y para que estuviera tranquila me mandó hacer un ultrasonido hace apenas unos días, y todo salió bien. El doctor lo que me explica es que como el implante es de gel de silicón, al tocar es como una bolsita llena de gel, entonces al tocar vas haciendo como ondas, eso es lo que me siento, pero no es que tenga bolitas ni que el implante esté mal formado.
”No perdí sensibilidad, la cirugía me la hicieron abajo del busto, se puede hacer en lo que es el pezón. El doctor me sugirió abajo del busto, porque en el pezón queda más estético, porque en lo café se pierde la cicatriz, pero pierde sensibilidad el pezón, por eso elegí hacérmela abajo.
”Todo normal, me impresiona porque me toco y siento lo mismo que antes. Si me golpeo duro, me duele, todo es normal, la verdad que estaba impresionada porque todo es igualito, has de cuenta que es tuyo, y no hay ningún problema tampoco para amamantar a un bebé. Te tienes que golpear extremadamente duro para que se te explote, o sea, por un choque, un abrazo, un pelotazo, por nada de eso se te va a ponchar”.
“NO ME SENTÍA A GUSTO CON MI APARIENCIA”
“Elizabeth” tiene 32 años, es casada y tiene dos hijos. Hace ocho años gastó aproximadamente 22 mil pesos en una cirugía de nariz. “Lo hice por decisión propia, no me sentía a gusto con mi apariencia, tenía muchas ganas de cambiar ese rasgo de mi cara que no me gustaba y cuando logré juntar el dinero necesario, decidí operarme”.
Después de la operación, “pues sí, te sientes rara y piensas que la gente te queda viendo mucho, pero ahora creo que simplemente te miran porque llevas una especie de curita en la nariz, o es que en mi caso me sugestioné, pero conforme pasaron los días me fui acostumbrando a mi nueva apariencia. Me sentía más segura de mí misma.
“Mis amigos y conocidos siempre me dijeron que me había quedado muy bien, nunca escuché que dijeran lo contrario, no sé si atrás de mí dijeron otras cosas.
“La verdad, creo que sí me realizaría una nueva cirugía, pero tal vez lo haría en una edad mucho más avanzada y si tuviera los recursos económicos necesarios para ello, tal vez una operación de senos o cirugía facial, sí me gustaría.
“Quedé muy contenta con el resultado, y a pesar de que algunas personas que ya se habían hecho una cirugía en la nariz me dijeron que era muy doloroso, en mi caso, no fue así, creo que la ciencia y la tecnología han avanzado tanto que hoy en día no hay peligro, siempre y cuando te cerciores de que estás en manos de un profesional”.

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