lunes, 21 de septiembre de 2009

Madres solteras




En México y en Chiapas, la estructura familiar tradicional -marido, esposa e hijos- ha ido cambiando paulatinamente debido al crecimiento de hogares con jefatura femenina.
Según cifras oficiales, el número de hogares dirigidos por mujeres se ha triplicado. Más aún, el número de hogares formado por la jefa de familia y sus hijos incrementó en 83 por ciento. Dentro de este último segmento se ubican las madres solteras.
Se llama madre soltera a la mujer que decide llevar a cabo la crianza de los hijos y el manejo del hogar sin la compañía o apoyo de una pareja.
Cada día es más común que una mujer decida establecer una familia sin la presencia de un hombre, pues se ha dado cuenta que él no es indispensable para sacar adelante un hogar y que ella puede procurarse los medios para subsistir con sus hijos.
Además, cada día la opinión de la sociedad en torno al tema se vuelve más abierta. Tan es así que ya existen programas institucionales para las mujeres que son jefas de familias.

ESTADÍSTICAS
La publicación Mujeres y Hombres en Chiapas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que de acuerdo al último censo realizado en el año 2000, la población residente en Chiapas asciende a 3.9 millones, 1.9 millones de hombres y 2 millones de mujeres; con lo cual la diferencia entre los volúmenes por sexo se amplía, y llega a 37 mil mujeres más. En términos porcentuales, son 49.5 y 50.5%, respectivamente.
A nivel de hogares, en el estado de Chiapas prevalece la jefatura masculina: de cada 100 hogares, 83 son dirigidos por un hombre y 17 por una mujer. Sin embargo, el número de los hogares con jefa casi se ha triplicado, al pasar de 51 mil en 1970 a 134 mil en el 2000.
Los hogares unipersonales (aquéllos formados por el jefe o la jefa y los hijos, es decir, alguno de los padres está ausente) se incrementaron de 1990 a 2000; destaca que los encabezados por las mujeres se incrementaron en 83.3% por ciento, al pasar de nueve mil 79 a 16 mil 639 hogares.
En Chiapas, del total de hogares que están formados por la jefa o jefe y los hijos, de cada 100 hogares de esta clase, 74 están formados por la jefa y los hijos y 26 por el jefe y sus hijos.
Generalmente, las mujeres asumen la jefatura por ausencia del cónyuge, debido a separaciones, divorcios o viudez.
Según las Estadísticas Demográficas del INEGI, en 2006, en la entidad se registraron poco más de 132 mil nacimientos. De ese total, en nueve de cada 100 la madre estaba soltera.
Datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2006 revelan que 28.8% (seis mil 247) de las madres solteras han sido violentadas por su pareja.

SIEMPRE RESPONSABLE DE SUS HIJOS
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Chiapas cuenta con los Centros de Asistencia Infantil Comunitario (CAIC) para apoyar a las jefas de familia trabajadoras con el cuidado de sus hijos.
Marlen Mastranzo Casarín, jefa del Departamento de Atención Infantil del DIF-Chiapas, explicó que estos centros brindan los servicios de guardería y preescolar para los hijos de las madres jefas de familia, de escasos recursos, que tienen la necesidad de trabajar y también la obligación de mantener y cuidar a sus niños.
El objetivo es aperturar un CAIC en cada uno de los 118 municipios de la entidad. Hasta la fecha están ya funcionando 69 centros, en los cuales un equipo de educadoras, sicólogas y nutriólogas atiende a mil 178 niños de unas mil 100 mamás.
Con base en el estudio socioeconómico que realiza el DIF a las madres inscritas en los centros, se desprende que un 50 por ciento de ellas son jefas de familia solteras. De la misma manera, se ha detectado que jóvenes de entre 15 y 17 años ya son madres.
En un dato más revelador se tiene que de las casi mil 100 mamás que tienen a sus hijos en el CAIC, sólo hay cinco papás solteros.
Los 69 centros hasta hoy aperturados están dispersos por las nueve regiones del estado, lo que le permite al DIF tener un pulso económico de Chiapas. Muestra de ello es la variedad de trabajos formales e informales que realizan las mujeres inscritas: lavar ropa, cortar caña, vender en el mercado, cultivar, bordar, trabajar en tortillerías, en refinerías de Pemex, como enfermeras, meseras.
“La mujer siempre se hace responsable de sus hijos, siempre se echa al hombro el enorme compromiso de sacar adelante la familia, ve la manera, no se pregunta si quiere o puede, no, es que va a poder. Y con este programa las apoyamos en el cuidado de sus hijos; están más que satisfechas de que pueden salir a trabajar tranquilamente y a las cuatro de la tarde que sale su niño ya está comido, bañado, arreglado. Ya les quitamos esa preocupación. Es como descargarle un trabajo. Procuramos hacerle la vida más fácil”.
Y sobre su condición de ser jefas de familia solteras, “no es una cuestión que les quite el sueño, para ellas la cuestión es qué va a comer, qué va a vestir, cómo está mi hijo”, puntualizó la funcionaria del DIF-Chiapas.

LAS MADRES SOLTERAS TIENEN DERECHOS
De cada 10 denuncias que se presentan en la Fiscalía Especializada en Protección a los Derechos de las Mujeres, tres están relacionadas con madres solteras. La mayor incidencia es el desconocimiento de sus derechos.
La titular de la Fiscalía dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Alma Rosa Cariño Pozo, detalló que las mujeres que asisten a esta instancia y que son madres solteras es porque sus hijos sí fueron reconocidos por el hombre.
Expuso que la concubina tiene derechos y que los hijos reconocidos por la pareja tienen los mismos derechos que aquéllos que se procrean dentro del matrimonio.
Mencionó que los derechos de la concubina son, primeramente, que la respeten, pero sobre todo tiene derecho a heredar y a gozar de bienes, siempre y cuando tenga dos años de vivir constantemente con el hombre, pero éste debe ser soltero, “no debe ser casado para no caer en una dualidad de que ya tenía un hogar y ahora está en otro”.
Si un hombre soltero vive en concubinato o en unión libre con su pareja y procrean hijos, éstos tienen derecho a que el papá los reconozca y herede como a cualquier hijo que nace dentro del matrimonio.
Cariño Pozo mencionó que la Fiscalía a su cargo brinda asesoría porque muchas veces las mujeres creen que por ser concubinas no tienen ningún derecho, creen que tienen que callar por no estar casadas, “pero eso no es ningún impedimento, al contrario, una mujer tiene su condición de mujer, no la adquiere por estar casada con alguien, sino es un derecho propio, indivisible.
“Son mujeres que en la mayoría de los casos están inseguras, porque no te hablan del esposo, de mi marido, te hablan de mi pareja o el papá de mi hijo, como que la seguridad jurídica que da el matrimonio, ellas no lo tienen”. Sin embargo, cuando se dan cuenta que sí tienen derechos, ya se atreven a denunciar, la mayoría de las veces por el derecho a alimentos de sus hijos.
Pero también si el concubino la agrede física o sicológicamente, se produce una denuncia de violencia familiar, y no importa si está casada o no, sí procede una demanda en contra del señor.
La Fiscal Especializada precisó que para aquellas madres solteras que reconocieron con sus mismos apellidos al hijo, ahí no hay nada qué hacer, porque no hay a quien exigir.

NO ES FÁCIL SER MADRE SOLTERA
Bárbara Zucker es una joven madre soltera, de 27 años de edad. Originaria de Argentina, a los cuatro años llega a nuestro país traída por su madre, quien vio en México nuevas oportunidades de vida; y a los siete años su residencia se traslada a la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, donde vivía la pareja de su madre, en ese entonces.
A los 23 años de edad, Bárbara se convirtió en madre. Su embarazo fue difícil, pues lo vivió sola.
“Mantuve una relación de casi un año con el papá de mi hijo, terminamos y me entero que estoy embarazada, pero nuestra relación ya no tenía solución porque teníamos muchas diferencias. No fue una decisión muy fácil de tomar el hecho de tener un hijo, tenía mis dudas, estaba sola, mi mamá no estaba, se había ido a Argentina, la verdad no sabía qué hacer, no sabía qué decisión tomar, realmente estaba entre tenerlo y no, pero decidí tenerlo, lo analicé, amistades también me orientaban y me decían que lo tuviera porque podía ser una luz, una buena solución”.
A pesar de estar ya distanciados, quien fuera la pareja de Bárbara sí quería tener al bebé, no a lado de ella, pero sí haciéndose responsable.
Por cuestiones legales, Bárbara registró a su hijo sólo con sus apellidos, pues al existir la posibilidad de regresar a Argentina, “es más fácil llevármelo”.
El papá de Nicolás no se ha desentendido de su responsabilidad. “Me da algo de dinero, me apoya económicamente, no me puedo tampoco poner a exigir, por lo del nombre, que eso para él no es ningún impedimento. Para la vida que tenemos ahorita, como está la economía, no es suficiente (lo que me da), más cuando trabajas y que la escuela, la guardería. Mi trabajo es complicado en cuanto a horarios; una escuela de gobierno no te saca del apuro por el horario que manejan, en cambio si fuera una escuela privada, pues sí tienes chance de que te cubra cierto horario extra”.
Además, el papá convive con Nicolás tres días a la semana. “Es un acuerdo entre nosotros, nada legal”. Pero “la convivencia, nunca es suficiente… Siento que sí es muy importante la figura paterna (...) en mi hijo varón, no tiene una vida estable realmente, sicológicamente no está estable, sí es un poco inquieto porque le hace falta su familia completa. Todos nacimos de padre y madre, entonces sí, a veces es un poco complicado.
“Pero sí, tanto soy buena con él como también soy fuerte, o sea soy la parte de la disciplina. Sí es complicado porque es asumir los dos roles, y tres, porque también sigo siendo hija porque vivo con mi mamá. Entonces realmente no es fácil ser madre soltera”.
En el aspecto laboral “sí hay obstáculos porque si quisieras desarrollarte más a fondo, necesitas más tiempo para dedicarte y yo no he podido porque tengo que cuidar a mi hijo”.
“En alguna ocasión, cuando empecé a trabajar, se me enfermó de varicela y tenía que ir por él a la guardería, y mi jefe se molestó y llegó a decir: ‘por eso no me gusta contratar a mujeres con hijos o madres solteras’, porque según no rinden al 100 por ciento. Y sí es cierto, pero qué culpa tenemos, digo, quizá las autoridades deberían implementar otros horarios en las guarderías para las madres que trabajamos en la tarde, porque no siempre está la abuelita u otra persona disponible para cuidar”.
A veces tienes que mentir. “Me pasó que salí a buscar trabajo y me dijeron ‘no digas que eres madre porque no te van a aceptar’, fui a una entrevista y me pregunta la persona si tenía hijos y como se las olía le dije que sí, me dijo que por qué no lo había puesto en el curriculum, pues le respondí que porque me habían dicho que luego no contratan. Me dijo: ‘nunca mientas, siéntete orgullosa de ser madre y si eres soltera más’, y le dije que no sabía qué hacer pues realmente necesitaba el trabajo. Al final ni me lo dieron”.
En lo sentimental, “igual y cuando conoces a un chavo y ya sabe que eres mamá, pues a lo mejor como que lo ven más fácil, me refiero a que puedan llegar a cumplir su objetivo y su objetivo es tener relacione sexuales, realmente se les hace más fácil, entonces sí de pronto pues te empiezan a tirar alguna que otra indirecta, pero no se trata de eso; o también que te den la vuelta, te dan la espalda, y realmente se pierden la oportunidad de conocer a una buena persona, no porque tenga uno hijos quiere decir que se te acabó el mundo... A lo mejor no se atreven porque piensan que esa persona está buscando un papá para su hijo, que de alguna forma pues sí, obviamente estás viendo cómo está el panorama y cuál puede ser la persona ideal que pueda estar contigo y también quiera estar con tu hijo; no que sea el padre, porque ya tiene, pero sí que conviva”.
A nivel personal, “cuando tengo mis días libres, con mi hijo, aunque también quisiera salir con mis amigos pero no se puede. En ocasiones me lo he llevado y realmente uno no lo disfruta, son esas cosas a las que se enfrenta una madre”.
Pero “mi hijo me ha dado bastante fuerza, si no fuera por él no habría hecho lo que hasta ahora, me ha dado bastante fortaleza en salir adelante como persona, como profesional incluso, o sea, no doy mi brazo a torcer, no me conformo con cualquier trabajo”.
“No ha sido fácil el camino y más el hecho de que como soy extranjera, también me he encontrado con ese obstáculo. Tal vez no el obstáculo de ser madre, sino porque no soy de aquí.
“En Chiapas la sociedad ya se ha abierto bastante, aunque aquí es bastante conservadora, familiar, pero ya a la vuelta de la esquina hay alguna chavita ya embarazada y que seguramente está soltera, seguramente el chavo la dejó embarazada. Mejor dicho, también la chava no se cuidó, no es que la haya dejado embarazada, es que también no se cuida”.
“No creo que tenga más mérito una madre soltera que aquélla que tiene una pareja a su lado, pues finalmente ésta también está echándole muchas ganas con tal de que no la dejen, se está aventando el paquete de mantener su matrimonio. Hay muchas separaciones últimamente, yo creo que ya es normal ser madre soltera, porque a veces te haces soltera porque te divorcias, entonces tanto es padre soltero como madre soltera”.
“Es complicado, yo creo que todas como madres, nada más por el hecho de concebir, ya es un gran mérito, porque solamente las mujeres tenemos esa capacidad de luchar por nuestro hijo, por nuestra manada”.

ES LA HISTORIA ENTRE MI HIJO Y YO
Fue hace cuatro años cuando “Victoria” tomó la decisión de tener a su hijo y convertirse en madre soltera.
Por tres años y medio mantuvo una relación semiestable, sin vivir en unión libre ni casada. A pesar de usar un método anticonceptivo quedó embarazada, se lo dijo a su pareja, quien “en ese momento creo que sintió miedo” y eso hizo que su primera reacción fuera rechazar la situación. “En su momento me hizo saber que lo mejor era no tenerlo, y también pasó por mi cabeza el no llegar a ser mamá”.
Sin embargo, bastó el apoyo de una sola persona para que “Victoria” decidiera tener a su hijo, con todas las consecuencias que vendrían al saber que iba a ser mamá soltera. “Te enfrentas a una sociedad que de una u otra manera lo ve mal o te dan otro tipo de calificativos al quedar embarazada pero soltera, a mis papás por lo consiguiente no les pareció. Pero yo la verdad me ilusioné mucho, decidí que iba a tener al niño y asumí la responsabilidad como debe de ser.
“He aprendido muchísimo, me hizo una mujer más segura, más dura, más aguantadora. Trabajaba con hombres y pues yo era una persona que tenía buen físico, hacía ejercicio, luego te ven gordita, embarazada, entonces como que hay cierta discriminación en su momento, pero poco a poco les fui compartiendo lo del niño, los hice partícipes de mi embarazo, del nacimiento de mi hijo”.
Cuando “Ángel” nació, el papá no se enteró, “porque fui muy radical, yo siempre he dicho que las cosas están o no, o son blanco o negro, para mí no hay término medio. Yo le hice de su conocimiento, me dijo que no, entonces decidí sacarlo (de nuestras vidas), iba a ser una cuestión entre mi hijo y yo, porque nada más es la historia entre él y yo. El papá queda a un lado.
“El niño hasta ahorita no sabe quién es su papá biológico. Sin embargo tiene la figura paterna, que es indispensable para todo niño. El papá hasta hace poco se enteró, pero así que tenga el acercamiento, no, para nada. El niño está registrado con mis apellidos.
“Tenía muy claro que debía ponerle a mi hijo una figura paterna y en su momento se lo puse a consideración a mi papá. El niño y él hicieron buena química, y para el niño él es su papá y para mi papá él es su hijo, y él tiene todos los derechos como los tengo yo. El niño tiene bien identificado el papel de un papá, el rigor de un papá también.
“Va a llegar un momento que ‘Ángel´ me va a preguntar quién es su papá biológico, y en su momento yo le voy a contar su historia, pero ahorita yo he preguntado tanto con un sacerdote como con el sicólogo, y no es conveniente, si el niño está feliz así para qué desestabilizarlo emocionalmente. Es un niño muy seguro para no tener un papá biológico presente. En su momento, cuando me lo pregunte, ya platicaremos, e igual se da el acercamiento con el papá biológico.
“En mi trabajo soy muy entregada, muy responsable y comprometida, desde que era bebé a ‘Ángel’ lo involucré, cuando me iba de comisión viajaba con él; además tengo el apoyo de mi familia, me respaldan mucho con la crianza, con la formación del niño. En mi trabajo ha sido parte de mi filosofía no meter como pretexto que soy madre soltera, he estado fuera de mi casa dos meses, le dejo el niño a mis papás y ellos saben que pueden disponer todo en relación a mi hijo.
A sus cuatro años, “Ángel” asiste al jardín de niños, una muchacha va por él y lo atiende mientras “Victoria” sale del trabajo. Cuando sale de viaje por motivos de trabajo, son sus padres quienes cuidan al pequeño.
A sus 34 años de edad, “Victoria” asegura que no ha sido complicado ni difícil ser madre soltera, “pero con uno, yo siempre he dicho, fue un descubrimiento el ser mamá, ni un error ni un tropiezo, fue un descubrimiento, ya dos sería una estupidez, porque es caer en el mismo hoyo, no, yo caí, descubrí y me involucré, pero hasta ahí nada más.
“Creo que antes era más señalado el ser madre soltera, ahora no, como ya hay más mujeres que son madres solteras, y estoy en desacuerdo con quienes se ponen el papel de víctima. Yo estoy consciente de lo que hice, estoy contenta.
“Me siento bien así, estoy contenta, no me falta nada. He vivido mucho tiempo sola, desde niña me dejaron mucho tiempo sola, entonces me disfruto sola, he sabido hacer las cosas por mí, no dependo, sí que de repente necesitas un foco y ya vemos cómo le hacemos para ponerlo o mover ciertas cosas”.
“Victoria” vivió una de las peores experiencias que puede pasar una madre, ya no digamos soltera, sino una madre en sí. En septiembre del año pasado, “Ángel” fue víctima de violación dentro de un jardín de niños, fue agredido por otro niño de su misma edad.
“Yo estaba fuera y mi hermana fue quien lo llevó al seguro social, le hacen el diagnóstico, probable violación decía, de ahí lo canalizan al Ministerio Público, fue todo un peregrinar por las instancias, se levantó la denuncia, al niño le hicieron los estudios, narró lo que le pasó. Sin embargo, no pasó nada, porque como me dijo en su momento la titular de la dependencia, a un niño menor no se le puede mandar a la cárcel; el jardín tampoco se acercó a nosotros; busqué por otros medios que a mi hijo lo cambiaran de jardín.
“Esta situación me quebró bastante, llegó un momento en que decía que no iba a poder, el ver que mi hijo de ser un niño que no lloraba, lloraba, no sabía por qué estaba irritado, quería ir al kínder y yo no lo quería mandar. Aprendí bastante, de esa experiencia lo que saco es que la única que tenía que hacer las cosas y tomar la decisión, era yo, por el bienestar de mi hijo. Ese trago amargo ya pasó, dejé en paz la denuncia, no la ratifiqué, porque es volver a llevar a mi hijo y a él lo alteró mucho el estar llegando a la Procuraduría. El tiempo lo cura todo”.
No obstante, con esto que le pasó al niño “me entró mas desconfianza involucrarme ya formal con una pareja, porque digo, yo regaño a mi hijo, pero sé por qué, siempre he dicho que cuando una mujer se enamora se va de frente y ahorita yo tengo que ver por la formación y estabilidad de mi hijo. Ahorita estoy bien yo y está bien él. Sí salgo, convivo, tengo pretendientes, pero no quiero tener la responsabilidad de una pareja, porque sería ya compartirme, en la formación del niño y en la atención de tener una pareja. Entonces no, le estoy apostando a que mi hijo esté bien.“Quiero formar un ser humano con principios, con valores, que trabaje, que estudie. Es un niño al que respeto su espacio y sus decisiones. El día de mañana él dirá si hice bien o hice mal, pero estoy segura que estoy haciendo bien las cosas”.

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